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Salud emocional: 7 claves para empezar a mejorarla

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La salud emocional es un estado de bienestar físico y mental que permite afrontar las dificultades de la vida con optimismo y resiliencia. La salud emocional está íntimamente ligada a la capacidad de responder adecuadamente ante los eventos adversos, así como a la habilidad para generar estados positivos en nuestro entorno cotidiano.

“Se trata de una condición crucial para mantener una buena calidad de vida en todos los aspectos del ser humano, tanto física como mentalmente”

Por otro lado, vemos cómo cada vez más se habla de ella en los medios de comunicación, esto con el fin de comprender el mundo que nos rodea y, de igual forma, nos permite conocer el impacto que tenemos en el mundo y viceversa. 

Con estas 7 claves podrás empezar a mejorar tu salud emocional ¡No te las pierdas!

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¿Cómo mejorar tu salud emocional?

Los consejos que mejor han funcionado a lo largo de mis años de experiencia.

La salud emocional es una habilidad que puedes desarrollar. Para poder hacerlo, debes aprender a reconocer tus emociones y cómo responder a ellas. Además, debes poner en práctica estrategias para cuidar tu salud emocional. 

A continuación, te dejamos algunos consejos claves para ayudarte a mejorar tu salud emocional:

 

Vivir con gratitud

La gratitud es una actitud positiva que nos ayuda a sentirnos agradecidos por las cosas buenas que tenemos en nuestras vidas y por las experiencias positivas que hemos tenido. Esto nos ayuda a disfrutar más de ellas, a no perderlas de vista y a combatir la irritabilidad o la depresión.

A veces las cosas no salen como queremos y nos frustramos por ello, pero tienes que aprender a aceptar las cosas como son y sentirte agradecido o agradecida por ellas, porque solo así lograrás sentirte bien contigo mismo y con tus circunstancias. 

 

Aprender a decir “NO” Y decirlo con convicción

Poner límites es una habilidad que nos ayuda a ser más felices y tener menos problemas. Es tan importante como aprender a decir “sí” a las cosas que queremos hacer.

Si te has sentido en alguna ocasión atrapado, embarcándote en proyectos que no querías (o no sabías que querías), es porque tus prioridades están mal colocadas. Aprender a decir “NO” es una de las claves más relevantes para mejorar tu salud emocional.

Para ello, debes entender qué es lo que te hace feliz y qué te hace infeliz. En la actualidad la mayoría de personas trabaja por dinero y no porque sea su pasión. El dinero es necesario para vivir, pero es insuficiente para ser feliz. 

El hecho de que tengamos que trabajar para ganar dinero nos limita en nuestras opciones de vida y a veces nos lleva a tomar decisiones que no son las adecuadas para nuestro bienestar emocional o nuestra salud mental.

Por esta razón, es fundamental que te conozcas a ti mismo para saber qué es lo que quieres y que es lo que no vas a permitir en tu vida. Si no estás seguro de ti mismo, aprende a decir “NO”. Si sientes que tienes que hacer una cosa, pero no te gusta, entonces deberías cambiar esa situación. Ten cuidado con las personas que te exigen cosas; finalmente, tu felicidad depende solo de ti.

 

Llevar una vida activa, física y mentalmente

El ejercicio físico es una parte crucial del cuidado de la salud emocional y mental, y la calidad de vida. El deporte tiene muchas ventajas, entre ellas, ayuda a mejorar el estado de ánimo, la memoria y el aprendizaje, alivia el estrés y mejora la función cerebral; además de prevenir o mejorar la depresión y otros trastornos mentales como la ansiedad.  

Asimismo, las personas que practican actividades que los estimulan mentalmente y que les gustan, tienen menos probabilidades de sufrir depresión o ansiedad, según varias investigaciones. Pueden ser actividades como escribir un libro o pintar, leer novelas románticas o aprender idiomas. Si no te gustan las actividades solitarias, busca gente con quienes compartirlas.

Es considerable tener una actividad que nos mantenga ocupados y nos entretenga. En ocasiones, las personas tienden a desanimarse cuando se sienten derrotadas o sin fuerzas para afrontar los problemas que se presentan en la vida diaria. 

Para prevenir esto, debes encontrar alguna actividad que te motive y te ayude a mejorar tu estado de ánimo. Puede ser algo sencillo como ir a caminar por la calle o visitar a un amigo que te haga reír y distraiga tu mente de los problemas que puedan existir en tu vida actualmente.

 

Desconectar de los estímulos externos

El mundo moderno nos bombardea diariamente con información y estímulos visuales y auditivos, provocando una sobrecarga para el cerebro que puede desencadenar distintas conductas agresivas como el abuso del alcohol, el tabaco o la ansiedad. Es bueno desconectarse de las distracciones que puedan afectar y que pueden generar pensamientos negativos y estrés. Esto puede ayudar a que te relajes y tengas un mejor humor.

Los estímulos externos, los que nos llegan desde el entorno y las personas con las que nos relacionamos, son los principales causantes de nuestras emociones. A veces es difícil alejarnos del móvil o internet, pero es necesario si quieres mantenerte sano emocionalmente. Los estudios han mostrado que cuando el cerebro está expuesto a múltiples estímulos, al mismo tiempo sufre una sobrecarga y no puede funcionar como lo haría normalmente. 

 

Cuida tu alimentación

Come bien para sentirte mejor y evita los alimentos procesados. Come muchas frutas y verduras, pues están llenas de nutrientes que ayudan a mantener el sistema inmunológico en buen estado. En cambio, los alimentos procesados contienen azúcar y grasa saturada. 

Esto causa una gran cantidad de hongos en el intestino, que dañan la salud intestinal y causan muchos problemas de salud tanto física como mental (como depresión y ansiedad). Los alimentos procesados son difíciles de digerir, por lo que crean sustancias químicas que irritan el tracto gastrointestinal (TGI).

La alimentación es una parte importante de nuestra salud. Si quieres sentirte mejor y tener más energía, debes cuidar tu alimentación.

El problema es que muchas personas tienen dietas que no son muy saludables, como las dietas bajas en carbohidratos o altas en proteínas. Estos tipos de dietas pueden provocar malestares físicos y mentales, como fatiga y ansiedad. ¡La buena noticia es que si comes bien puedes sentirte más feliz y con más energía!

 

Dormir lo suficiente

Dormir es una parte fundamental del cuidado de la salud emocional. Si no duermes lo suficiente, tu mente y tu cuerpo se desgastan y te sientes cansado todo el día.

El sueño es crucial, porque permite que los músculos se relajen, que el cerebro descanse y que los neurotransmisores del cerebro sean regenerados. La falta de sueño puede causar problemas cognitivos que afectan la memoria, la atención y la capacidad de aprendizaje.

Si te quedas sin dormir, tu cuerpo no puede reponer las reservas energéticas necesarias para funcionar correctamente durante el día. Esto ocasiona que estés cansado durante todo el día e impide que tu mente funcione correctamente.

 

Aprender a no juzgar… ¡Ni siquiera a ti mismo!

No te juzgues a ti mismo, ni tampoco a otros. La verdad es que no somos tan buenos para juzgar como suponemos, y lo que es peor, nuestras decisiones son siempre basadas en nuestros miedos y nuestras creencias.

Las emociones son como una tormenta. No podemos controlarlas, pero sí aprender a manejarlas. Para mejorar la salud emocional, debes aprender a no juzgar tus propias emociones ni las de los demás. Antes de que te sientas agobiado con tu situación actual, piensa qué estás ganando en realidad con el hecho de estar enojado, triste o frustrado.

La única manera de cambiar es cambiando las creencias que te hacen sentir mal. ¿Cómo lograrlo? Aprendiendo a no juzgar… ¡Ni siquiera a ti mismo! Recuerda: No podemos cambiar lo que no conocemos (y en el caso de nuestro cerebro, que es el equivalente al agua del mar) Por lo tanto, debemos conocer al cerebro para entender su funcionamiento y así poder lograr las metas que nos proponemos.

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¿Por qué es tan importante tener una buena salud emocional?

La respuesta es simple: Porque nuestras emociones nos dictan nuestro estado de ánimo y la forma en que actuamos ante las cosas. Es decir, las emociones son los factores más relevantes que influyen en nuestro bienestar físico y mental.  Cuando una persona tiene una salud emocional positiva, está mejor preparada para afrontar situaciones difíciles y/o peligrosas.

Asimismo, debido a que la salud emocional es el estado de bienestar que se siente cuando una persona está satisfecha con la vida, se trata de uno de los aspectos más relevantes para lograr tener una vida saludable, ya que esto nos puede ayudar a enfrentarnos a las situaciones cotidianas con optimismo y buen humor.

Sin embargo, no es solo un asunto de sentimientos positivos, también se trata del control sobre tus pensamientos y acciones. El equilibrio entre estos dos aspectos es lo que nos permite desarrollar nuestros talentos y mantenernos en forma mentalmente. Una buena salud emocional nos permite encontrarnos más con aquello que nos da felicidad.

La buena salud emocional puede mejorar nuestros hábitos de vida como dormir mejor, pero también ayuda a mantenernos sanos físicamente. Asimismo, la buena salud emocional puede reducir el riesgo de desarrollar enfermedades a futuro, tanto físicas cómo mentales.

¿Cómo identificar tu salud emocional?

Las personas que tienen una salud emocional mala pueden notar que su calidad de vida es mucho más baja y que la relación que mantienen con sus seres queridos es más difícil.

Para ayudar a mejorar la salud emocional hay que cuidar el estrés, dormir lo suficiente, aprender a gestionar nuestras emociones y relacionarnos con otras personas. Si has estado sufriendo problemas de salud física o mental durante algún tiempo, es posible que te hayas preguntado si tu salud emocional también está afectada.

Tu salud emocional es una parte fundamental de tu vida y, sin embargo, no siempre es fácil de ver. Si eres capaz de reconocer cuándo algo te está molestando o si sientes que necesitas ayuda, ya eres un paso adelante. Aquí hay algunos indicadores para saber si necesitas ayuda:

  • Sufres una depresión severa: Esto puede causar tristeza duradera o desesperanza, empezar a abandonar tus hábitos sociales y tener problemas con el sueño o la alimentación.
  • Te sientes ansioso o estresado frecuentemente.  Estar ansioso o estresado no significa que seas depresivo, pero si se convierte en un síntoma habitual o si interfiere con tu vida diaria, puede que necesites ayuda con esto.

Recuerda que para tener las cosas en claro, siempre es mejor buscar ayuda de un profesional, que te otorgue un diagnóstico preciso para poder tomar medidas que te ayuden a mejorar tu vida.

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Conclusión

La buena noticia es que podemos hacer algo desde ya para mejorar la salud emocional. Para lograrlo, simplemente hay que poner en práctica medidas sencillas y que en el día a día son fáciles de adoptar, como mantener un estilo de vida saludable, tener una dieta equilibrada, evitar el estrés y practicar el ejercicio físico. Todas estas directrices nos ayudan a la hora de ir cuidando nuestra mente y nuestro cuerpo, entonces ¿Por qué no hacerlo?

Además, es crucial hacer tiempo para una actividad relajante, no importa si se trata de leer un libro, meditar, dibujar, tomar un baño relajante, escuchar música o hacer cualquier otra actividad que apreciamos y nos ayude a disfrutar de nosotros mismos. Estas claves te ayudarán a mejorar tu salud emocional y poder quemar al máximo tus capacidades en el trabajo y en la vida.

En nuestra vida cotidiana no podemos pasar por alto la salud física, ya que es una de las más relevantes de todas. Sin embargo, también es necesario dedicar tiempo para cuidar nuestra salud emocional. Para lograrlo, debemos tomar en consideración diversos factores y procedimientos que nos ayuden a estar bien con nosotros mismos. ¡No olvides cuidar tu salud emocional tanto como tu salud física!

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